Madre nuestra que estás en
la tierra,
Bendigo a Dios por
permitirme llevar parte de tu nombre;
Vengan muchos años más para
estar juntos,
Para que puedas ver el fruto
de la semilla que sembraste
Tanto en el cielo como en la
tierra.
Que no nos falte tu abrazo cada
día;
Perdónanos nuestras ofensas,
Nosotros también perdonamos
las veces que te equivocaste;
Que tu consejo acuda a
nuestra mente en tiempo de tentación,
Para librarnos de malas
decisiones.
¡Que así sea!