No hay duda
de que Don Luis Guillermo Solís nos inspira confianza. Se ha posicionado rápidamente como el
caudillo que nos ha devuelto la esperanza, en quien tenemos depositada la
ilusión de volver a creer en los gobernantes.
Incluso he leído con no poco temor como mucha gente lo está empezando a
ver como el papá bonachón que, con su integridad, visión, y capacidad
negociadora, nos va a salvar de todos los males. Sin embargo aquí le dejo 11 simples razones,
sin ser solo estas, por la cuales El Presi no va a poder llenar el traje de
super héroe que juntos le regalamos:
1. No es él quien va a tener que tomar
el pico, la pala, y el tractor para arreglar los puentes en mal estado de este
país, ni sus alcantarillas desbordadas, ni el dragado cíclico de los ríos.
2. Él no va poder estar a su lado evaluando
la ética con la que usted atiende a sus pacientes en el hospital, a sus
clientes en la empresa, o a los ciudadanos en cualquier despacho de gobierno.
3. Él no podrá ayudarle a decidir
cuando el vendedor le pregunte: “¿macho, con factura o sin factura?
4. Él no es quien moverá los músculos
de su mano cuando el empresario le ofrezca un porcentaje si usted le otorga la
licitación.
5. No es él quien va a llegar a su
empresa a revisar la veracidad del reporte de salarios que usted manda a la
CCSS para sus empleados y sus ejecutivos.
6. ¿Acaso es El Presi quien va a estar validando
en aduanas las cantidades y costos que usted declaró en la importación?
7. Él no va a estar metido en su casa cuando
usted termine haciéndole la tarea a su hijo, para que la maestra crea que fue el
niño quién cumplió, y para que su hijo crea que eso está bien.
8. No puede meterse en su piel para saber
si usted está fingiendo incapacidades, o al otro lado de la mesa, vendiéndolas al
por mayor.
9. No tiene cámaras en los anteojos de
cada policía de tránsito para grabar quién pidió o dio mordida.
10. No podrá él estar revisando que la
basura de su casa esté bien clasificada para reciclaje; ni recogiendo la que
usted tira al río, a la playa, o a la calle.
11. [haga usted aquí la nota
mental de lo que considera su talón de Aquiles.
Porque aunque no conozca a Aquiles, ninguno se salva de su mal]
La misión
del Presi es lograr consenso para una agenda nacional por encima de los
intereses de los grupúsculos particulares.
La misión suya y mía es bretear, innovar, y ser solidarios, apegados a
los valores tradicionales, para lograr que este barco tome rumbo, navegando sin
que el agua que entra ahogue a nadie. Al
Presi le toca establecer el norte e inspirar, a usted y a mí nos toca actuar.
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