miércoles, 6 de agosto de 2014

La contratación de Keylor me incomoda

La última vez que toda Costa Rica estaba despierta a las 5 am fue por algún temblor de cuyo epicentro no quiero acordarme.  Sin embargo esta semana la ocasión fue más feliz: ver a Keylor Navas en el olimpo del fútbol mundial.  No queríamos perdernos detalle de la presentación, escuchar lo que decían de él, ver cómo respondía las preguntas de la prensa, verlo lucir el uniforme oficial, y hasta desperezarnos los ojos con el brillo de su esposa.

¿Y qué decir de nuestras reacciones?  De fijo ojos aguados, aplausos, algunos gritos, y frases como “qué chiva”, “es un grande”, o “se lo merece”, alternando con los bostezos de rigor de la buena mañana.  Y en las redes sociales no fue diferente, de hecho logramos que #Navas como “trending topic” batiera el vil record de #Combate cuando Melissa Mora quebró con Bryan Ganoza.

¡Qué bueno que nos sintamos orgullosos de Keylor!  ¡Uno de los nuestros jugando en la élite! ¡Bravo Navas! Pero que desesperanzador si nos quedamos con solo la alegría y el orgullo.  Que desperdicio si luego de la espumosa emoción, la contratación de Keylor no nos incomoda.  Que pobre efecto si esa mañana no nos mordió el espejo con preguntas.

Porque ver a Keylor cumpliendo un sueño de esa proporción debería al menos movernos el piso, causarnos siquiera un poquito de vértigo.  El muchacho hizo un hueco en el techo nacional para que viéramos más arriba.  Nos rompió los auto-limitantes en la cara.  Nos dejó sin excusas, y eso, señores, mínimo debería incomodarnos.  Subió la barra hasta donde ni siquiera pensábamos que se podía.  Nos probó que aquí hay madera para salirnos del canasto, sin olvidarnos del canasto.  Que el esfuerzo paga, que la perseverancia es buena inversión.  Nos desafió a retomar los sueños olvidados por el desánimo, la rutina, o el paradigma del “eso es pa’ otro”.  Nos provocó a seguir luchando, nos retó a despertarnos.


Es buenísimo ver a Navas lograrlo, pero ahora nos toca a usted y a mí.  ¡Gracias Navas!

www.peterparedes.blogspot.com