domingo, 23 de octubre de 2016

Ejercicio Colectivo

Un solo minuto expuesto a cualquier edición de noticias es suficiente para helarnos del susto.  Los accidentes de esta semana, más el desfile habitual de desastres naturales, guerras, pandillas, homicidios, drogas, asaltos, etc.  Es fácil terminar sin uñas, que se nos drene la esperanza, y una estorbosa sombra de negativismo nos empañe la vista.

La solución no es necesariamente que nos ocultemos de las noticias, de todos modos en un mundo tan conectado, es virtualmente imposible pasar desapercibido.

La solución la puede encontrar en el espejo.  Si, la solución para potenciar la esperanza es usted, y cómo nutre la vida, su entorno inmediato, y a las personas que están en la extensión de sus brazos.  Yo propongo (aunque en verdad la palabra “proponer” me queda gigante, porque ya muchos otros lo han dicho y tantos más lo están haciendo) que en este mundo escaso de solidaridad, compasión, respeto, y ternura (amor en una palabra) ¡los generemos nosotros mismos!  Sí, nosotros que hemos sido bendecidos con el amor de otros, con las oportunidades, el conocimiento, los recursos, y el trabajo.  ¿Fácil? Para nada.  ¿Gratis? No necesariamente.  ¿Sin esfuerzo? De ninguna manera.

¿Y cómo lo vamos a hacer?  Le voy a sugerir una lista de acciones.  La idea es escoger una acción intencionada cada día y aplicarla al menos una vez durante ese día.  Siéntase libre para agregar todas las que su creatividad y experiencia le traigan, y por supuesto compártamelas para hacer de esto un ejercicio colectivo.  No espere a sentirse completamente confortable con todas las acciones, recuerde que lo que nos implica un esfuerzo no siempre se sentirá natural.  La bondad es un músculo que solo crece si se le exige.

Aquí la lista:
  • Sostener la puerta para que otra persona pase primero
  • Prepararle sin razón el desayuno a un familiar (las mamás lo hacen todos los días)
  • Comprarle un café a un desconocido
  • Preparar un sándwich y un jugo para una persona que anda pidiendo en la calle
  • Pagar la cuenta de otra mesa en el restaurante (No olvide también pagar su propia mesa)
  • Ofrecer una mañana de un sábado a una organización de beneficencia
  • Hacer alguna parte del oficio de la casa que esté fuera de los oficios que usted le corresponden
  • Cederle el mejor trozo de carne o pollo (o si usted es vegetariano, pues los mejores vegetales) a otra persona en su mesa familiar
  • Ceder el asiento del bus
  • Escuchar a alguien prestándole toda su atención (no mientras ve el tele o el celular)
  • Llamar por teléfono, o aún mejor visitar, a alguien que hace mucho no ve (quizá un abuelito, un tío, tus papás)
  • Dar una tarjeta de agradecimiento a algún compañero de trabajo, su jefe, un amigo, o un familiar
  • Dar unas palabras de ánimo a alguien que está triste o pasando por un mal momento (pueden ser incluso por escrito)
  • Resaltar, en cualquier conversación, algo positivo o bonito de la otra persona, de su apariencia, de sus logros, de su actitud
  • Preparar algo de comer que pueda llevar sin motivo a sus compañeros de la universidad o el trabajo, puede ser un postre o algo para el café de la tarde
  • En lugar de aparcar su carro en ese excelente espacio de parqueo, cédalo a un desconocido.  Quizá lo necesite más
  • Ceder el derecho de vía, con buena actitud, a un desconocido
  • Llevar un diario a una familia que lo necesita
  • Sentarse a almorzar con ese compañero de trabajo o universidad que normalmente se sienta solo
  •  Dedicar tiempo y paciencia a esa persona que normalmente lo/la saca de sus casillas
  • Ir a un hospital a la hora de la visita y ponerse a hablar con algún paciente que no recibió visita
  • Hablar con bondad a esa persona con la que siempre tiene una comunicación cortante
  • Pedir perdón abiertamente y sin poner excusas por ese mal entendido que ya tiene tiempo de estar allí
  • Llevar un almuerzo o cena a algún ancianito o enfermo que viva solo
  • Dar un buen abrazo a un familiar o amigo cercano y decirle cuánto lo ama
  • Cuando vaya a responder con tono irónico o sarcástico, cierre la boca y responda con buena actitud
  • Ofrecer ayuda a ese compañero que usted sabe que tiene una tarea o trabajo atrasado
  • Ofrecerse a hacer algunas sesiones de ejercicio con ese compañero que está tratando pero que le cuesta tener la disciplina (Si utilliza esto para ligar, empieze a leer de nuevo desde el principio)
  • Ponerse de acuerdo y pasar a traer a ese ancianito que siempre llega solo a la iglesia.  Quizá incluso puede hacer un horario para rotar esa buena acción con sus amigos
  • Darle una palabras de estímulo a algún compañero, familiar o amigo que esté haciendo las cosas bien
  • Compartir esta lista con sus amigos y familiares para que la bondad se multiplique

Recuerde que los pitazos o madrazos en las calles, los resentimientos, las malas caras, las malas actitudes, el cocinar el pastel solo para nosotros mismos, jamás le ha sacado cosquillas a la vida.  Eso solo se logra desprendiéndonos del interés propio y asignándole mayor valor a los demás que a nosotros mismos.  Espero que me cuente cómo le va.  No olvide que si usted está leyendo esto es porque de fijo la vida le ha dado al menos un puñado de semillas para sembrar.