Silencio
En la región oscura del silencio
te puse en un exilio obligatorio,
como un código de honor
conmigo mismo,
tu rastro, tu rostro,
y la inflexión de voz
que inventaba al llamarte.
Desde que estás allí me he dedicado
a deshacer las trenzas de caricias
que anudaste en mi piel
en tantas lunas.
Lo he hecho solo,
con mis dedos,
pues aunque todos piensen diferente,
me pareció injusto
hacerlo a cuatro manos.
Cada noche te acuestas más lejana
en la geografía de mi nostalgia,
o ¿será que es mi nostalgia quien se acuesta
más lejana de tu geografía?
En la región oscura del silencio,
tu nombre murió en mis labios,
porque aunque lo digo
llamando a otras gentes,
ya no tiene sonido,
es como una ocarina
soplada por un sordo.
En la región oscura del silencio,
por eso notarás que no te nombro,
pero siendo honesto eso no evita,
algunas de las noches como esta,
en que te escribo y te pienso.
www.peterparedes.blogspot.com
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