Maestro Fidel,
la partitura te ha marcado un silencio
Pero nosotros te seguiremos cantando,
Y así tu música habitará para siempre en el aire,
Anclada en el alma de Costa Rica.
¡Tu música! Nunca te lo dije pero no hubo una vez
Que al escucharla no me vibrara el corazón,
Y aunque te parezca extraño me hacía sentir
Que mis venas se convertían en raíces,
Que penetraban la tierra para nutrirse
De este abstracto que llamamos patria,
Provocándome un aplastante agradecimiento de ser tico.
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Comparto el sentimiento desde Buenos Aires y siendo argentina, porteña con río marrón sin playas ni cielos incendiados... La voz de Fidel, las palabras de los Gamboa emocionan en todas las latitudes.
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