
Sin moral para juzgar a
nadie más que a mí, me percibo tan claro en esa fotografía descrita por el
autor. Embelesado con todos los
principios de vida que enseñó Jesús, su mensaje reconciliador, su visión de la
vida, sus señalamientos sobre la injusticia social y religiosa, y hasta cómo
enfrentó la muerte. Sin embargo eso se
queda tantas veces en un simple ejercicio de asombro intelectual, sin hacer el
respectivo “download” de ese material al corazón. Porque al final es en el corazón donde se
producen los cambios significativos de una persona. Es el corazón el que cree, el que confía, el
que abraza la esperanza.
¿Estarás vos también en esta
foto?
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