viernes, 1 de enero de 2016

Predicciones 2016

Si usted pone “Predicciones 2016” en cualquier buscador de Internet, le saldrá un abismal número de resultados, cercano a los 600,000.  Una simple muestra de nuestra avidez humana por predecir el futuro, utilizando diferentes grados de elucubración: desde sistemáticas proyecciones matemáticas y conclusiones estadísticas, pasando por pronósticos basados en la experiencia, hasta inconsecuentes augurios, vaticinios, y presagios.

Entre nuestros profetas modernos tenemos Premios Nobel de Economía, Astrónomos, Geólogos, Meteorólogos, (y otros “ólogos” del ecosistema científico), pero también auto proclamados Videntes y Agoreros estilo Walter Mercado, sin dejar de mencionar periodistas deportivos que predicen quiénes serán los convocados de este año a la selección.

En el repertorio de predicciones, hay para cada tonalidad que se busque.  Algunos pocos ejemplos:

  • Van a lograr ubicar el avión de Malaysia Airlines
  • Luis Miguel va a tener problemas legales y financieros
  • Cartago queda campeón
  • El Papa va a tener un período de enfermedad tras hacer una reforma sustancial en la iglesia
  • Un nuevo record a la baja en el precio del petróleo
  • Inundaciones en California
  • Terremoto en el Noreste de USA
  • Mayor desaceleración en la economía China

La verdad nadie sabe lo que sucederá ni siquiera el segundo siguiente.  Por supuesto que existen modelos predictivos para mostrar tendencias, que permiten concluir con un nivel de confianza y parámetros de error, pero no necesariamente para nuestra realidad cotidiana y personal.

Por más que vaticine y planee, yo no sé cómo será mi 2016.  Sé qué quiero lograr, qué quiero aprender, por qué me voy a esforzar, pero hay demasiadas variables que no dependen de mí. 

Me opongo visceralmente a todos esos lemas cristianoides de súper victoria espiritual, que mezclados con el positivismo humanista y la “ley de la atracción”, hacen creer a la gente que no habrá lágrimas ni piedras insalvables en el camino.  Me sé de memoria las referencias bíblicas donde Dios me dice que “nunca me dejará ni desamparará”, donde me dice que “su misericordia me perseguirá”, donde dice que “caminará delante de mí”, pero también me sé las que describen que “el camino es angosto”, que “en esta tierra enfrentarán aflicción”, y la que dice “esfuérzate y sé valiente”.  Conozco el salmo 84:7, pero no ignoro el 84:6.

Así que puedo planear y dar lo mejor de mí este año para tener un excelente pronóstico de los resultados, pero qué pasa si por más que me esfuerzo no logro lo que quiero, y si no llega la pareja, y si no formo una familia, y si no llegan los hijos, y si no me gradúo, y si no me dan el puesto para el que me he preparado, y si no puedo pagar la casa, y si me despiden del trabajo, y si me diagnostican una enfermedad crónica, y si me son infieles, y si, y si, y si…

Pues nada.  Nuestra responsabilidad es planear, dar la mejor lucha, entrelazar con otros nuestras manos, ponernos la camiseta de la esperanza, empuñar el amor y la fe, y tomar el riesgo de caminar (créame que lo mejor de la vida se pierde por no tomar riesgos).  De Dios es todo lo demás.

www.peterparedes.blogspot.com

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